Voces, revista de vanguardia

El nacimiento de Barranquilla como primer puerto exportador en Colombia a finales del diecinueve y veinte, fue un proceso que contó en su haber con dos puntos claves para su crecimiento. Las fechas de 1871 y 1886 fueron definitivas en la experiencia portuaria barranquillera y que definió, en gran me...

Descripción completa

Autor Principal: Barragán Varela, Luis Alfonso
Formato: bachelorThesis
Publicado: Pontificia Universidad Javeriana 2015
Materias:
Acceso en línea: http://hdl.handle.net/10554/14948
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Sumario: El nacimiento de Barranquilla como primer puerto exportador en Colombia a finales del diecinueve y veinte, fue un proceso que contó en su haber con dos puntos claves para su crecimiento. Las fechas de 1871 y 1886 fueron definitivas en la experiencia portuaria barranquillera y que definió, en gran medida, el rumbo que iba a tener la arenosa como ciudad industrializada y moderna. Barranquilla se alzó para finales del diecinueve como un centro de realizaciones y frustraciones- para las irrefrenables aventuras modernas. Nuevos habitantes llegaban deseosos de todas las posibilidades que daba la ciudad-puerto para incrementar su capital. El puerto era el lugar de contacto. Hebreos, Italianos, cubanos, ingleses, sirio-libaneses, venezolanos, alemanes, norteamericanos, entre otros, tocaban suelo barranquillero con una sola idea en la cabeza: la intervención positiva de la tecnología y el capital-dinero en la ciudad. La importación de conjunto de técnicas, las exportaciones y la presencia eficaz de capitales y firmas extranjeras le dieron a Barranquilla una nueva cara sobre lo urbano, en donde el puerto surgirá como la gran médula educativa por excelencia. El capital extranjero asumió la responsabilidad de capacitar educativamente al nuevo estrato medio. Llamada como el Boom Educativo, las empresas y las industrias fueron las encargadas de asumir la modernización y con ello, la educación- de los nuevos sectores barranquilleros. Como organizadores innatos de la cultura, la élite empresarial, logro cubrir las demandas educacionales y culturales, a lo que se sumó la aparición de nuevos bienes y servicios que no estaban vinculados con el orden netamente industrial. Uno de esos bienes y servicios fue la aparición de los fenómenos editoriales y la elaboración de variados periódicos en la arenosa -Voces fue uno de ellos-. La formación de las aventuras editoriales en Barranquilla como respuesta al crecimiento industrial, permite que se vea a Voces y sus similares como El Promotor, El Siglo, Rigoletto, El Estandarte entre otras- como el temperamento de una realidad que era evidente: la formación de un público lector y escritor en el nuevo sector medio.