Declaración en el Acto de creación de la Comisión de la verdad en la Universidade de São Paulo (USP)

Extracto del ensayo: "Buenas noches a todos y a todas. Quiero iniciar mi discurso con dos presentaciones. La primera es la de Heleny Guariba. Heleny y yo estudiamos juntas, precisamente fue ella quien me presentó a mi novio, con quien me casé un tiempo después. Estuve con Heleny la víspera del...

Descripción completa

Autor Principal: Chaui, Marilena; Universidade de São Paulo
Formato: info:eu-repo/semantics/article
Idioma: spa
Publicado: Departamento de Literatura, Pontificia Universidad Javeriana, Bogotá 2014
Materias:
Acceso en línea: http://revistas.javeriana.edu.co/index.php/cualit/article/view/10933
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Sumario: Extracto del ensayo: "Buenas noches a todos y a todas. Quiero iniciar mi discurso con dos presentaciones. La primera es la de Heleny Guariba. Heleny y yo estudiamos juntas, precisamente fue ella quien me presentó a mi novio, con quien me casé un tiempo después. Estuve con Heleny la víspera del día de su arresto; charlamos durante varias horas en mi casa e hicimos algunos planes para el día siguiente, pero nunca más la volví a ver. La segunda presentación es la de otro colega, Luiz Roberto Salinas. Luiz Roberto no murió en la prisión, pero sin duda murió por las secuelas de su encarcelamiento. A Luiz Roberto lo encarcelaron y lo torturaron, si bien en aquella época, a finales de los años 70, ya no militaba en ningún movimiento o grupo. Había militado mucho antes, a la altura de 1964. La esposa de Luiz Roberto era periodista y por esos días había publicado un reportaje. Como los policías, los militares, no entendieron algunas de las palabras del reportaje, lo interpretaron como un código cifrado. Allanaron el apartamento de Luiz Roberto, pero como su esposa no se en- contraba en ese momento, lo apresaron y lo torturaron en el “Pau de arara”1 días sin fin para que confesara cuál era la clave. No había código alguno, no había nada que descifrar, nada, pero lo despedazaron, lo devastaron física y psíquicamente. Transcurrieron muchos años para que pudiera recuperarse, aunque nunca lo consiguió realmente. Sufrió una trombosis en sus dos piernas y tuvieron que amputarle los dedos de los pies. Murió con un síncope. Es claro que la tortura lo privó de la vida. Luiz Roberto era un gran amigo, un amigo del corazón. Entramos juntos al Departamento de Filosofía y juntos nos titulamos como profesores de la USP".