FUNDAMENTO METAFÍSICO DE LA EDUCACIÓN

La educación la entendemos aquí como un eje transversal que con sus procesos confluye en algo. El eje de la educación es el ser humano, que tramite por medio del proceso pedagógico sale de la indiferencia, dotándose de una identidad original. Si es el ser humano la sustancia educativa, entonces...

Descripción completa

Autor Principal: Sanmartín, Rómulo
Formato: Artículo
Idioma: Spanish / Castilian
Publicado: 2015
Acceso en línea: http://dspace.ups.edu.ec/handle/123456789/9254
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Sumario: La educación la entendemos aquí como un eje transversal que con sus procesos confluye en algo. El eje de la educación es el ser humano, que tramite por medio del proceso pedagógico sale de la indiferencia, dotándose de una identidad original. Si es el ser humano la sustancia educativa, entonces hay que demostrar que algunas posiciones que no lo toman en su totalidad, sino por facultades, por ejemplo, la experiencial o la racional o volitiva, terminan parcializando el resultado educativo poniendo énfasis en la circunstancia, en el para qué, en el cómo; a esto lo hemos llamado educación casuística, la cual no tiene fundamentación ontológica sino representativa y ésta es la negación del ser. Igual de representativa es también la educación informativa y orientadora de las experiencias, que son las concentradas en el sujeto psíquico, haciendo de la educación fronterizada en los límites de la salud psicológica; pero similar puede ser también una educación en los marcos sociales, que sería los contornos de la sociología de la educación. De estas dos últimas no trato. ¿Cuál es nuestra propuesta educativa? Tomamos al ser humano como una unidad de ser. A partir de ésta se construye la experiencia, después el conocimiento intelectivo- comprensivo y por fin la unidad de la práctica. Esta es lo que llamamos la posición esencial de la educación. La realización de este modelo se remite a la inquietud heideggeriana de trasfondo de ser, en el que se lo toma, - al ser- como el eje transversal, que atraviesa toda experiencia, intelecto y acción. Pero para no hipotecar demasiado este ser, hemos creído conveniente procesar el trasfondo de ser, en el que sin poner criterios axiológicos, se constata la necesidad de la actividad experiencial que llega a un cuello de botella sin solución, para continuar en la activi- 47 dad intelectiva con implicación más semántica-simbólica, llegando a otro cuello de botella que pedirá la solución por una nueva facultad, la actividad volitiva práctica (este último punto no se trata en esta investigación). De este modo no se sacrifica la educación ni sólo a la psicología, ni a la biología, ni a la sociología ni a la ética. La que permite un enfoque global-integral de la educación lo hará la filosofía, no porque quiera imponerse a la fuerza, cuanto porque su fundamento es el ser humano. Como fundamentación metafísica de la educación, es necesario presentar una metodología, la cual sigue la continuidad del ser, arriba propuesta. Esta metodología es analítica y sintética, que aquí se lo pone, de manera aplicada a la metafísica, en términos del programa newtoniano.