La parábola: una herramienta pedagógica para la evangelización de hoy

La religión predominante en occidente y de manera especial en América del Sur y por tanto en Colombia es la católica. Una religión que tiene entre sus riquezas la fuerza de la Palabra de Dios, contenida en la Biblia, y los sacramentos, dones de Dios. Sin embargo, y a pesar de su riqueza, de la tradi...

Descripción completa

Autor Principal: Hernández Cruz, Omar Yezid
Formato: info:eu-repo/semantics/bachelorThesis
Idioma: spa
Publicado: Universidad Santo Tomás 2017
Materias:
Acceso en línea: https://hdl.handle.net/11634/2177
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Sumario: La religión predominante en occidente y de manera especial en América del Sur y por tanto en Colombia es la católica. Una religión que tiene entre sus riquezas la fuerza de la Palabra de Dios, contenida en la Biblia, y los sacramentos, dones de Dios. Sin embargo, y a pesar de su riqueza, de la tradición y de la formación de los ministros encargados de proclamar y enseñar la Palabra hoy son muchas las personas que no descubren la riqueza del evangelio en la Iglesia católica y si lo hacen en un grupo cristiano diferente. Grupos que, la mayoría de las veces, no tiene un ministro, pastor, con la formación bíblica y teológica necesaria para guiar procesos de fe. Lo anterior tiene que cuestionar. Si es el mismo texto Bíblico, si el ministro de la Iglesia católica está formado y en la mayoría de las ocasiones el pastor no tiene esa formación ¿por qué las personas descubren a Cristo allá y no dentro de la Iglesia católica? ¿Por qué en los grupos cristianos las personas sienten identidad con Cristo? ¿Por qué en las iglesias cristianas se da una conversión, un cambio de vida? ¿Qué le está faltando a la Iglesia Católica, iglesia de magisterio, de tradición, de ministros formados, para lograr el impacto que tuvo Jesús en sus oyentes? Parece que el problema no es de personas, ni de saberes sino de la pedagogía utilizada. Jesús con un lenguaje sencillo, caminando, en pequeños grupos o en multitudes, en las casas, en una barca o en la montaña encontró el lugar preciso y los recursos apropiados para llevar el mensaje y cautivar a sus oyentes hasta generar en ellos un impacto tal, que después de 2.000 años su mensaje sigue vivo. Predico con tal fuerza que el evangelio narra que había cinco mil hombres sin contar mujeres y niños que lo seguían para escuchar sus enseñanzas (Mt 14, 21). Hoy no son solo cinco mil. Hoy son multitudes las que cada domingo llegan a los templos católicos sedientos de la Palabra de Dios. Hombre, mujeres, jóvenes y niños van en busca de una palabra que les signifique, que les ilumine el camino diario de la vida. Pero además son cientos de niños y jóvenes que cada fin de semana se encuentran en las catequesis presacramentales para conocer más de Jesús y por él, más del Padre y del Espíritu Santo. Las personas están. La fuerza de la Palabra esta. Pero falta la pedagogía para que el mensaje del evangelio cale en los oyentes y genere en ellos el impacto que causo hace dos mil años.