Mediación terapéutica de la red social en un contexto de pos conflicto
La propuesta investigativa trabaja en las acciones priorizadas por el ministerio de posconflicto para la implementación del acuerdo de paz, en su eje: construcción de paz. Aportando a los siguientes puntos de la agenda priorizada: Reparación integral de víctimas, memoria histórica, promoción de cu...
Sumario: |
La propuesta investigativa trabaja en las acciones priorizadas por el ministerio de posconflicto para la implementación del acuerdo de paz, en su eje: construcción de paz. Aportando a los siguientes puntos de la agenda priorizada: Reparación integral de víctimas, memoria histórica, promoción de cultura de paz y derechos humanos, niños y jóvenes víctimas del conflicto, reinserción y reintegración de actores del conflicto, proceso de protección y prevención de la población vulnerable y fortalecimiento de arquitectura institucional y agendas territoriales para la paz.
Su objetivo es: Construir y evaluar una estrategia de intervención en mediación terapéutica de la red social que permita dinamizar los diversos modos de vinculación de los actores de un territorio en un contexto de posconflicto, hacia la trasformación generativa de sus problemas. Se plantea como metodología la investigación acción participativa con un diseño cualitativo inclusivo de comparaciones múltiples y longitudinal. Los participantes se invitarán al proyecto por convocatoria abierta a: familias, personas de la comunidad de un territorio, instituciones públicas y privadas significativas. Se propone un trabajo colaborativo entre la Universidad, el estado y la sociedad civil. Espera alcanzar un impacto social que se traduzca en: ejercicios colectivos e individuales que mejoren la convivencia, afectación positiva de los indicadores de salud mental, la construcción de vínculos en red, entre las organizaciones productoras de servicios sociales para el aprovechamiento de los recursos públicos y articular dichas redes, con las redes comunitarias potenciando su capacidad de autogestión.
Palabras claves: Posconflicto, red social, arteterapia, mediación, resolución conflictos
Planteamiento del problema y pregunta de investigación
Los procesos de cambio que atraviesa nuestra sociedad a partir de la firma de los acuerdos de paz, plantean diferentes retos para la psicología como son: los problemas de desarrollo social, la desconfianza de la comunidad en el estado y sus instituciones, el asistencialismo que paraliza las capacidades de autogestión y autonomía de los diferentes sistemas sociales, la fragmentación de acciones interventivas por problemas de coordinación inter e intrasectorial, la polarización en bandos de la sociedad civil, los conflictos relacionales entre los diferentes actores sociales de un territorio por la inclusión social de los actores participantes del conflicto armado, el sufrimiento psicológico generado como consecuencia de haber experimentado una o varias formas de afectación por el conflicto que ha sido denominado en la literatura de la psicología social crítica como trauma psicosocial (Martín-Baró, 2000a, 2000b, Martín-Beristain, 2004a, 2004b, 2000) y los procesos de socialización que tienen lugar en medio de la amenaza y el miedo por parte de uno o varios actores armados ilegales con control político local que han sido reconocidos como traumatogénicos (Estrada y otros, 2006, 2005; Bentovim, 2000), y que constituyen una cultura de la violencia como una de las herencias de la guerra que se trasmite de generación en generación a través de la memoria trasgeneracional y la afectación psíquica del trauma que no impacta a una sola generación, sino que transforma a los individuos en portadores de una cripta a causa de la presencia de un acontecimiento no descifrado, no confesable. (Cyrulnik, 2008). Impidiendo así toda posible elaboración, toda metabolización y sumergiendo toda la memoria colectiva e individual en un mar de silencio y olvido obligado, fenómenos que abren las puertas a las patologías de la violencia y en general a las psicopatías sociales extremas (Garrido, 2014). Así como pautas severas como las adicciones, los trastornos del estado del ánimo, trastornos de ansiedad y psicosomáticos propios de contextos psicopatológicos asociados al conflicto armado.
Lo anterior se expresa en sentimientos de desconfianza que moviliza procesos de desafiliación, de apatía y de individualismo. La cotidianeidad obliga a construir representaciones basadas en la inseguridad, el temor al futuro, la desesperanza y el empobrecimiento. Lo que implica la necesidad de una elaboración social del sufrimiento y de la violencia en el ámbito cultural reconociendo que esto ocurrió entre nosotros.
Sin embargo, al no haber un único grupo, son varias y distintas las memorias colectivas, las reinterpretaciones y reelaboraciones que entran en juego y que generan tensiones y conflictos. Por lo tanto, se hace preciso reaprender los modos de vinculación.
Es la red social la que aparece como la posibilidad de construir nuevas alternativas de participación desde el mundo de la subjetividad. La principal tarea terapéutica es tramitar los efectos del trauma en la vida de las personas, al proveer un contexto para el desarrollo o para que se pueda volver a desarrollar la realidad personal que da origen al sentido del selfinteraccional que organiza su experiencia inscribiéndola en un otro social que la legitime y la comparta.
La experiencia vivida pertenece al proceso sociohistórico y cultural del hombre, en la medida que la linguisticidad permite su concreción en la organización de la experiencia narrada, la cual está puntuada desde unas epistemologías que definen un modo ético-moral de adaptación al entorno ecológico (Estupiñan, 2008). La pluralidad de memorias como proceso histórico común es un campo de batalla en que se lucha por el sentido del presente en orden a delimitar los materiales con los cuales construir el futuro (Grez,2007).
La memoria es una relación intersubjetiva, elaborada en comunicación con otros y en determinado entorno social (Lira, 2010). Generando la necesidad ineludible de crear conocimiento que sea relevante para la solución de tales problemas, buscando aplicarlo en forma innovadora a su solución; movilizando los recursos, aprendiendo de esta experiencia en el ámbito social y político, convocando a una nueva forma de convivencia.
Por consiguiente, la unidad de intervención debe ser la red. Los contextos culturales y subculturales, históricos, políticos, económicos, religiosos, de idiosincrasia, de circunstancias medio ambientales, forman el universo relacional del individuo, constituyen el sistema de redes que componen su "espacio vital¨ (Sluzky , 1995).
Para la persona, la red social corresponde al núcleo interpersonal que le ofrece los indicadores en los cuales se basa su autorreconocimiento y su autoimagen. Es decir, es el conjunto de personas a partir del cual se va construyendo la identidad. Ese conjunto de personas es el marco de referencia de la experiencia personal, de la situación de bienestar, de los hábitos del cuidado de la salud y, también, de la resolución o no de una situación de crisis (Sluzky , 1995)
En general podríamos decir que el propósito es el de construir vínculos, recursos y servicios y promocionar su autoorganización. Apostando sobre el postulado: “al cambiar la posición de los miembros del sistema, cambian sus experiencias subjetivas” (Minuchin, 1992).
Intervenir en redes, lleva a la psicología clínica a pensar constantemente en el entretejido entre lo individual y lo colectivo, para diseñar estrategias de intervención aptas para enfrentar la vulnerabilidad social y crear espacios novedosos y reagrupamientos en la acción comunitaria que trasciendan las estructuras rígidas e inoperantes (Romero, 1998), todo esto en la dinámica propia de la vida cotidiana.
Para esto se hace necesario preguntarnos: ¿Cuáles son las formas de reconstrucción de los vínculos y de los sistemas de creencias que se organizan a nivel familiar, comunitario, institucional e interinstitucional alrededor del fenómeno social del posconflicto? ¿Cuáles son las conexiones entre los procesos de vinculación y la trasformación de problemáticas psicosociales?
Así como proponer una estrategia de intervención de la red desde una perspectiva terapéutica, ya que busca incorporar el paradigma de la red en la observación y conceptualización del sufrimiento y los problemas humanos en un contexto de posconflicto, facilita el desarrollo de nuevas hipótesis acerca de otros componentes de la interacción del sujeto que pueden haber contribuido a desencadenar el problema o conflicto; enriqueciendo la mirada multidimensional del interventor, la emergencia de nuevos significados frente a la memoria histórica y la coordinación de acciones en los territorios.
La noción de red orienta en términos de sugerirnos nuevas intervenciones transformativas, como la construcción de una estrategia de mediación pensado desde la psicología clínica para incidir positivamente en tres niveles: el primero sobre la promoción de una cultura pacífica y la prevención de las violencias movilizadas por las crisis sociales de los territorios, desde estrategias de artererapia ya que “el arte es una fuente de encuentro, encuentro con uno mismo, con nuestra historia, nuestra cultura, con el otro y otros; es también un reflejo y construcción de nuestra identidad personal y colectiva.” (Martin, 2016) y facilita la apertura de posibilidades de comunicación entre los diferentes actores sociales, por eso tiene un componente intercultural como modelo de aportación y generación de recursos y aprendizajes desde saberes culturales de los territorios.
El segundo desde un nivel terapéutico hacia la solución pacífica de los conflictos ya presentes y la dinamización de un proceso dialectico relacional para el trabajo con la memoria traumática colectiva a través de escenarios narrativos conversacionales, y el tercero tendiente a mejorar y hacer más eficientes y autónomos los sistemas de participación ciudadana y comunitaria, el fortalecimiento de capacidades de las instituciones públicas; desde la coordinación de acciones con la comunidad, la toma de decisiones y el trabajo colaborativo.
Justificación
El papel estratégico que desempeña el conocimiento en el aporte a la innovación social para enfrentar los retos que trae consigo el posconflicto, y por lo tanto la responsabilidad social del científico y de la universidad como una institución social que desempeña un papel protagónico en la construcción de una Sociedad del Conocimiento a través de la comprensión contextualizada de las dinámicas que se gestan en los territorios así como la aplicación del conocimiento al mejoramiento de las condiciones de vida o el bienestar de una comunidad.
La investigación propone utilizar los conocimientos propios de la psicología clínica sistémica, constructivista, construccionista ecológica compleja para apoyar en la construcción de estrategias de intervención de la red social en el proceso de construir territorios de paz.
El aporte articula las tres funciones sustantivas de la universidad desde la investigación aportando a superar las barreras del conocimiento sobre el tema proporcionando conocimiento contextualizado tanto de los problemas de los territorios como de sus prácticas exitosas de intervención, en la proyección social al generar impacto en la trasformación social en favor de los procesos comunitarios y retos nacionales para la Paz y en la docencia contribuyendo a formar profesionales con competencias clínicas para intervenir el sufrimiento y los problemas humanos en escenarios de posconflicto. |
---|