Síndrome del "Burn-Out" en la docencia desde la perspectiva humanista rogeriana

Si se piensa a la educación como un mero proceso de transmisión de saberes, se estaría minimizando todo el proceso de amor, empatía o vinculación que debe darse –y, en doble vía-, para que éste realmente exista. Los profesores han sido cuestionados desde su posición de saber en múltiples ocasione...

Descripción completa

Autor Principal: Barona Morey, María José
Formato: bachelorThesis
Idioma: spa
Publicado: Quito / PUCE / 2011 2012
Materias:
Acceso en línea: http://repositorio.puce.edu.ec/handle/22000/5014
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Sumario: Si se piensa a la educación como un mero proceso de transmisión de saberes, se estaría minimizando todo el proceso de amor, empatía o vinculación que debe darse –y, en doble vía-, para que éste realmente exista. Los profesores han sido cuestionados desde su posición de saber en múltiples ocasiones, ahora mismo nuestro país se encuentra envuelto en la evaluación de docentes en el sector público, realidad que es vivida por la educación privada como una alarma que ha despertado sus propios procesos de depuración interna. El maestro está siempre en la mira: de los alumnos, los pares, la institución donde se desempeña, su familia, la comunidad en general, y por supuesto de sí mismo, pues si se es un ejemplo para que se aprenda desde él, entonces deberá mantener los más altos estándares de conocimiento, habilidad, destreza y entrega. Su rendimiento tiene altísimos niveles de exigencia. Estos ideales casi utópicos y exageradamente planteados hacen que la docencia se convierta, en algunos casos, en una misión imposible. Si a esto le sumamos el efecto tiempo, es decir, los años que esta persona se ha dedicado a la docencia, la cantidad de veces que ha repetido el proceso de aprendizaje con los mismos contenidos; tal vez descubramos...