Validación del test de Garner (EAT-26) para detectar el riesgo de desarrollar trastornos alimentarios a través de su aplicación en una población mixta de adolescentes provenientes de colegios particulares de la ciudad de Quito
Introducción: Debido a la falta de instrumentos para detectar riesgo de tratornos de la conducta alimentaria en el Ecuador se propuso validar el test de EAT- 26 en dos grupos de estudiantes de colegios particulares de la ciudad de Quito, uno de ellos con Riesgo de TCA y otros sin riesgo de TCA es...
Autor Principal: | Vera Morejón, Cristóbal Andrés |
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Formato: | bachelorThesis |
Idioma: | spa |
Publicado: |
Quito / PUCE / 2012
2012
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Materias: | |
Acceso en línea: |
http://repositorio.puce.edu.ec/handle/22000/5016 |
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Sumario: |
Introducción: Debido a la falta de instrumentos para detectar riesgo de tratornos de la
conducta alimentaria en el Ecuador se propuso validar el test de EAT- 26 en dos grupos
de estudiantes de colegios particulares de la ciudad de Quito, uno de ellos con Riesgo de
TCA y otros sin riesgo de TCA establecido previamente a través de la aplicación del test
de SCOFF, para detectar riesgo de desarrollar trastornos de la conducta alimentaria,
estableciéndose la sensibilidad, especificidad, VPP, VPN y la eficacia general de la
prueba. Métodos: Se empleó el test de SCOFF, como gold estándar para validar el test
de Garner (EAT-26); los cuestionarios fueron aplicados en la población de adolescentes
en sus respectivos colegios, durante el horario normal de clase, por grupos de acuerdo a
curso y en tiempo no mayor a 20 minutos y con presencia permanente de los
encuestadores y previa la obtención del consentimiento informado. Los datos recogidos
fueron posteriormente analizados en el programa SPSS, en donde se utilizaron pruebas
de Chi Cuadrado, considerando un valor menor de 0.05 como estadísticamente
significativo. Resultados: Se obtuvo un valor de sensibilidad de la prueba de 48.5%,
especificidad de 94%, VPP de 75%, VPN de 77% y una eficacia de la prueba del 77%.
El valor de Índice de Pearson fue estadísticamente significativo. La eficacia general de
la prueba fue del 77%. Conclusiones El EAT-26, es una prueba válida para detectar
trastornos de la conducta alimentaria, que puede ser aplicado en poblaciones mixtas y
que posee una alta especificidad. Se requieren más estudios para analizar el riesgo de
TCA en poblaciones mixtas... |
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