Capital humano y capital educacional en el Ecuador : período 1990-2011

En 1990 el promedio de escolaridad de la población era de 6,64 años, solamente el 44% de la fuerza laboral terminaba un ciclo de estudios de los cuales el 50% era el primario y la tasa de matrícula bruta universitaria era menor al 20%; sin embargo, en el 2011 la situación parece haber mejorado no...

Descripción completa

Autor Principal: Carrillo Guarderas, Pablo Sebastián
Formato: bachelorThesis
Idioma: spa
Publicado: Pontificia Universidad Católica del Ecuador 2015
Materias:
Acceso en línea: http://repositorio.puce.edu.ec/handle/22000/6866
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Sumario: En 1990 el promedio de escolaridad de la población era de 6,64 años, solamente el 44% de la fuerza laboral terminaba un ciclo de estudios de los cuales el 50% era el primario y la tasa de matrícula bruta universitaria era menor al 20%; sin embargo, en el 2011 la situación parece haber mejorado notablemente, el promedio de escolaridad alcanzaba los 9 años, el 77% de la mano de obra culminaba un nivel educativo y la tasa de matrícula bruta de la educación superior sobrepasaba el 30%. En razón del mejoramiento de los índices educativos, se puede inferir que existen fuertes indicios de un progreso en las condiciones del capital humano ecuatoriano; sin embargo, no es posible conocer los alcances económicos de todas estas cifras si no se las analiza profundamente en el contexto de la economía ecuatoriana. Es por este motivo, que la disertación tiene por objeto determinar la manera en la cual el crecimiento del capital humano en el Ecuador, causado por el aumento del nivel de instrucción de su fuerza laboral, ha afectado a sus retornos educativos y al sistema productivo. En ese sentido, se ha encontrado que los retornos educativos han disminuido constantemente, sobre todo en la década del 2000, conforme crece la oferta laboral calificada. Asimismo, es posible que el sector productivo no se haya inmutado, con el crecimiento del capital educacional, puesto que los beneficios asociados a la educación, no necesariamente aumentan de acuerdo a la expansión de la escolaridad de los ecuatorianos, inclusive algunos sectores en años determinados, “castigan” a la educación.