La danza como instrumento pedagógico en el déficit de atención

“La danza como instrumento pedagógico en el déficit de atención”. A partir de 1970 la pediatría, la neurología y la pedagogía enfrentaron un creciente número de consultas sobre un trastorno que producía marcada distracción entre los escolares, en ocasiones acompañado de hiperactividad, al que se den...

Descripción completa

Autor Principal: Caillagua Caiza, María Gabriela
Formato: bachelorThesis
Idioma: spa
Publicado: Pontificia Universidad Católica del Ecuador 2015
Materias:
Acceso en línea: http://repositorio.puce.edu.ec/handle/22000/7074
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Sumario: “La danza como instrumento pedagógico en el déficit de atención”. A partir de 1970 la pediatría, la neurología y la pedagogía enfrentaron un creciente número de consultas sobre un trastorno que producía marcada distracción entre los escolares, en ocasiones acompañado de hiperactividad, al que se denominó TDAH (trastorno por déficit de atención con hiperactividad). Hasta ahora el tratamiento de la atención se ha venido realizando mediante actividades que enfatizan estímulos visuales en gran medida, y con menos frecuencia, auditivos. Poco se ha investigado sobre el aporte de lo cinestésico en el entrenamiento de la conducta desatenta; sin embargo, las series de movimientos a los que el danzante tiene que prestar atención pueden convertirse en medios muy satisfactorios para el entrenamiento de la atención selectiva y sostenida. El desarrollo de una coreografía, aunque sea elemental, encamina al niño a entrenarse en la planificación de la acción, así como en la atención y memorización de movimientos y posiciones. El movimiento, el ritmo y la secuencia cinestésica que son propios de la danza le ayudarán a enfocar la atención primero en su cuerpo para luego ir desarrollando esta destreza con el control y selección de otros estímulo externos. Los beneficios de la danza son variados: estimula del potencial motriz, desarrolla la coordinación y el control del cuerpo; promueve la autoconfianza, la interacción grupal, la comunicación, el conocimiento propio, la cohesión del grupo y la creatividad; y potencia la resistencia, la fuerza y la velocidad.