La representación del amante en la escritura poética de Miguel Hernández, en El rayo que no cesa
Miguel Hernández (1910-1942)1 fue un poeta y dramaturgo español; él manifiesta en sus obras un profundo sentido de la tragedia; emplea para ello las formas líricas españolas tradicionales. Nació en Orihuela (Alicante) donde comenzó a estudiar en el colegio de los jesuitas, centro que abandonó muy pr...
Autor Principal: | Paredes Cruz, Flavio José |
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Formato: | bachelorThesis |
Idioma: | spa |
Publicado: |
Quito / PUCE / 2015
2015
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Materias: | |
Acceso en línea: |
http://repositorio.puce.edu.ec/handle/22000/8392 |
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Sumario: |
Miguel Hernández (1910-1942)1 fue un poeta y dramaturgo español; él manifiesta en sus obras un profundo sentido de la tragedia; emplea para ello las formas líricas españolas tradicionales. Nació en Orihuela (Alicante) donde comenzó a estudiar en el colegio de los jesuitas, centro que abandonó muy pronto, para trabajar repartiendo leche y cuidando ovejas; mas, para entonces ya se había convertido en un gran lector de la poesía clásica española.
En Orihuela, formó parte de la tertulia literaria de Efrén Fenoll y Ramón Sijé, con el que establecería una gran amistad. En la década de 1930 se marchó a Madrid, donde trabajó como colaborador de José María Cossío en Los toros y se relacionó con poetas como el chileno Pablo Neruda, y los españoles Rafael Alberti, Luis Cernuda, Vicente Aleixandre y otros. Fue miembro del Partido Comunista Español y durante la República participó en las Misiones pedagógicas, creadas para llevar la cultura a las zonas más deprimidas de España. Tomó parte activa en la Guerra Civil española y asistió al Congreso Internacional de intelectuales antifascistas de 1937 en Valencia.2
Acabada la guerra fue condenado a pena de muerte -se le conmutó por la de treinta años- pero no la cumplió porque la tuberculosis acabó con su vida en 1942, en la prisión de Alicante.
La obra de Miguel Hernández es muy personal. Si bien por amistad y edad podía haber formado parte de la generación del 27, no siempre se lo haconsiderado dentro de ella. Sin embargo, Dámaso Alonso le agrega con las palabras: “algún genial epígono, como Miguel Hernández”.
3
El estudio de esta poesía y de este poeta constituye un desafío. Los artículos realizados sobre Hernández en el país y en el mundo entero son una referencia ineludible de la disertación propuesta. Varios poetas y literatos ecuatorianos (Jorge Enrique Adoum, Julio Pazos, Efraín Jara Idrovo, Fernando Balseca, Susana Cordero de Espinosa y otros) han reunido sus impresiones y han sido más de una vez los encargados de realizar homenajes en honor del alicantino4. Estudios en lengua francesa (como La escritura poética de Miguel Hernández y Los temas poéticos de Miguel Hernández, de Marie Chevallier) e italiana (el ensayo Problemas textuales y variantes en la obra poética de Miguel Hernández, de Dario Puccini) también se han enfocado en las imágenes que el poeta ha utilizado en su obra, a la cual la han denominado –sobre todo Juan Cano Ballesta- ‘imagen hernandiana’. El término ha sido acuñado por la crítica y usado para expresar el escalofrío, producto de la fuerza del choque entre el hueso y la piedra, o “escarbar la tierra con los dientes |
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