Estudio comparativo para determinar la eficiencia y aplicabilidad de aisladores sísmicos de base y diagonales con amortiguadores, como sistemas de protección sísmica de edificios de acero en la ciudad de Quito
El acero es considerado como el material estructural más versátil, ya que ha permitido desde hace más de 100 años la construcción de edificios de altura, torres, puentes, etc. en todo el mundo. Esto se debe a su facilidad de montaje y a sus propiedades mecánicas como son su ductilidad, tenacidad, el...
Autor Principal: | Gutiérrez Rodríguez, Óscar Marcelo |
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Formato: | bachelorThesis |
Idioma: | spa |
Publicado: |
PUCE
2016
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Materias: | |
Acceso en línea: |
http://repositorio.puce.edu.ec/handle/22000/9515 |
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Sumario: |
El acero es considerado como el material estructural más versátil, ya que ha permitido desde hace más de 100 años la construcción de edificios de altura, torres, puentes, etc. en todo el mundo. Esto se debe a su facilidad de montaje y a sus propiedades mecánicas como son su ductilidad, tenacidad, elasticidad y en especial a su alta resistencia por unidad de peso.
Una premisa fundamental para el Ingeniero Estructural es la de obtener altos niveles de seguridad y mejorar el comportamiento de las estructuras ante eventos dinámicos. Debido a esto, países como Estados Unidos y Japón se han centrado en el desarrollo de técnicas que permitan mejorar el desempeño dinámico de los edificios y el control de daño en los mismos.
Los sistemas de protección pasiva de estructuras frente a eventos dinámicos son los más utilizados en la actualidad. A esta categoría corresponden los sistemas de aislación sísmica de base y los disipadores de energía.
Los dispositivos de disipación pasiva de energía han sido implementados en aplicaciones estructurales desde hace aproximadamente 30 años. Estos sistemas al ser incorporados en la superestructura de un edificio cumplen la función de absorber una gran parte de la energía sísmica de entrada, para de esta manera reducir la demanda de disipación de energía en los elementos estructurales principales y minimizar el posible daño en éstos.
Sin embargo, existe una técnica más antigua a la disipación pasiva de energía, ya que en el último siglo se empezó a buscar diversos mecanismos que permitan desacoplar a la estructura del suelo con el objetivo de reducir las fuerzas transmitidas especialmente por un sismo. Desde hace aproximadamente 40 a 50 años se empezó a utilizar sistemas de aislación de base en pocos edificios especialmente de Estados Unidos y Japón. El excelente desempeño que estas estructuras aisladas tuvieron durante los sismos de Northridge en 1994 y Kobe en 1995, demostraron que la aislación de base es una alternativa para aumentar considerablemente el nivel de seguridad para los usuarios y la operatividad de la estructura después de un sismo. |
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