Valor de la ph-metria en la evaluación de reflujo gastroesofágico no erosivo, en pacientes del servicio de gastroenterología del hospital de especialidades de las fuerzas armadas
Según el consenso de Montreal, la Enfermedad de Reflujo Gastroesofágico (ERGE) se definió como la condición que se desarrolla cuando el reflujo de contenido gástrico causa síntomas o complicaciones (Velarde J, Rodríguez Jl, 2014). Estos síntomas se caracterizan por sensación de acidez en el pecho, r...
Autor Principal: | Álvarez Maldonado, Jorge Andrés |
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Formato: | bachelorThesis |
Idioma: | spa |
Publicado: |
PUCE
2016
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Materias: | |
Acceso en línea: |
http://repositorio.puce.edu.ec/handle/22000/10091 |
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Sumario: |
Según el consenso de Montreal, la Enfermedad de Reflujo Gastroesofágico (ERGE) se definió como la condición que se desarrolla cuando el reflujo de contenido gástrico causa síntomas o complicaciones (Velarde J, Rodríguez Jl, 2014). Estos síntomas se caracterizan por sensación de acidez en el pecho, reflujo de ácido, sensación de llenura e incluso dolor abdominal. Además, como característica específica, reflujo gastroesofágico (RGE), que es el tránsito de contenido gástrico del estómago al esófago. Este paso de ácidos hacia el tubo esofágico, lleva a inflamación de su mucosa y cambios celulares en la misma (Ortiz, 2007).
La Enfermedad por Reflujo Gastroesofágico (ERGE) es una enfermedad, crónica, no transmisible, con una prevalencia promedio a nivel mundial de 52%. Solo el 12.6% de los pacientes consultan por los síntomas de pirosis y utilizan antiácidos o bloqueadores H2. Sin embargo, el 66% no ha acudido al médico por tales molestias y no cumple con ningún tratamiento para calmar su sintomatología (Manterola y Bustos y Vial, 2005). Esto se debe entre otras cosas, a la variabilidad de los síntomas que pacientes con ERGE pueden desarrollar. Pero, no solo existe problema en la captación de pacientes con esta entidad, sino que también se genera conflicto al momento de su correcto diagnóstico. En la práctica habitual se cree que el diagnóstico, se puede realizar exclusiva y satisfactoriamente de manera clínica. En otras entidades hospitalarias o consultorios médicos, se busca complementar el diagnóstico con el método endoscópico. Sin embargo, se ha visto que al correlacionar la sintomatología con pH-metría, solo el 65% de pacientes son diagnosticados con Reflujo Gastroesofágico patológico (RGE) (Constantini y Bremmer y Crookes y Peters y Hoelft, 1993).
La ERGE se clasifica en dos importantes grupos, el primero es una ERGE con endoscopia positiva o erosiva y una ERGE con endoscopia negativa. Esta última, a su vez, se subclasifica, en base al resultado de pH-metría. Un resultado de pH-metría anormal, nos lleva a un diagnóstico de ERGE no erosivo. Por otro lado, una pH-metría normal con síntomas esofágicos asociados se subclasifica como Esófago Hipersensible y una con síntomas no relacionados, se determina como Esófago Funcional (Merzeville.L, 2014). En nuestro medio y a nivel mundial, esta última clasificación no está claramente determinada, lo que genera equivocaciones en el manejo de cada paciente y nos lleva a un tratamiento ineficaz. Por este motivo, es importante realizar una clasificación certera del grupo de pacientes con ERGE y endoscopia negativa. Se ha estimado que hasta un 70% de pacientes que consultan por pirosis, no presentan lesiones erosivas en esófago (Soto et al. 2003). |
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