Los curatos yumbos de Nanegal, Gualea, Mindo y Yambe en las últimas décadas coloniales

En tierras de montaña, entre la Cordillera y las selvas que bajan al océano Pacífico, surgió y se desarrolló la cultura Yumbo. Este pueblo en el momento de su apogeo - antes que se dieran las dos conquistas- construyó monumentales centros de adoración y una red de caminos, los culuncos, que refle...

Descripción completa

Autor Principal: Peña Moreno, Carlos Fernando
Formato: bachelorThesis
Idioma: Spanish / Castilian
Publicado: PUCE 2016
Materias:
Acceso en línea: http://repositorio.puce.edu.ec/handle/22000/11366
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Sumario: En tierras de montaña, entre la Cordillera y las selvas que bajan al océano Pacífico, surgió y se desarrolló la cultura Yumbo. Este pueblo en el momento de su apogeo - antes que se dieran las dos conquistas- construyó monumentales centros de adoración y una red de caminos, los culuncos, que reflejaban su esencia de mercaderes, de habitantes de una zona de conexión entre la Sierra y la Costa. Las características propias de su región consiguieron mantenerlos fuera del control incásico aunque integrados a la red comercial del Imperio. La conquista española cambió su realidad, instituciones y autoridades ajenas a ellos les fueron impuestas, a la vez que eran conminados a adoptar una cosmovisión distinta. La fundación de centros poblados permanentes, el establecimiento de doctrinas y encomiendas, y la obligación de tributar, fueron algunas de las cosas que cambiaron el desarrollo histórico de esta cultura. Durante los primeros períodos coloniales sufrieron una baja demográfica que puso en peligro su existencia como cultura. Esto, unido a sus características de movilidad y dispersión, hicieron que la zona se volviese cada vez menos atractiva, especialmente para un poder que entendía que la riqueza estaba dada por el acceso, y el control, de la mayor cantidad de tributarios y mano de obra gratuita. Con todo, los yumbos y sus curatos subsistieron hasta las últimas décadas coloniales, aunque reducidos a una mínima expresión. Esto fue obra, sin duda, del empeño que pusieron los religiosos que sirvieron en los mismos, a fin de que no desaparezcan los centros poblados, haciendo uso tanto de su celo apostólico como de ciertos medios coercitivos. Podemos decir entonces que los pueblos de los yumbos fueron, para finales de la colonia, una zona pobre y con una población muy baja y dispersa; periférica aunque cercana a la Capital, y en la cual el cura doctrinero fue casi el único nexo con los poderes tanto civil como religioso.