El acto poético como acción transgresora de la realidad

Cuál es la razón por la que los seres humanos crean, cuál es esa necesidad unívoca de expresarnos, desde donde surge ese impulso primario del hacer y moverse, cuál es la base del acto generador. Esa necesidad es autónoma, es un impulso primario. El desafío está en encontrarlo. Siendo el iniciado...

Descripción completa

Autor Principal: Boada Morales, Diana Alejandra
Idioma: esp
Publicado: Pontificia Universidad Católica del Ecuador 2016
Materias:
Acceso en línea: CDT/701.1/B63a
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Sumario: Cuál es la razón por la que los seres humanos crean, cuál es esa necesidad unívoca de expresarnos, desde donde surge ese impulso primario del hacer y moverse, cuál es la base del acto generador. Esa necesidad es autónoma, es un impulso primario. El desafío está en encontrarlo. Siendo el iniciador motoro de la vida. Esa potencia liberadora que se diverge en actos y acciones primordiales, sencillas e imprescindibles. Después de concebirlas se potencian y se liberan de-construyendo su fin o impulsando ese mismo estímulo, de esta forma se recrean situaciones, acontecimientos y acciones. ¿Cómo percibimos el mundo y cómo lo re-interpretamos?. Los múltiples estadios de la percepción está relacionada a los acontecimientos y como captamos la realidad. El arte puede ser la respuesta, se fundamenta como un desajuste que se provoca dentro de un constructo convencional, debe ser puro, conciso y puede producir en los individuos momentos sublimes. El reto es poder vincularlo con la vida misma, que deje de ser imposible de abordar, que sea sencillo y profundo, entendido por todos, desde su base semiótica, entrelazada a lo sensitivo y emocional, que permita a quien lo viva, momentos de estímulo, que provoque cuestionamientos, reflexiones y miradas críticas. En el sistema en que estamos inmersos, es decir las bases estructuradas de nuestra sociedad, siendo esta hostil para el ser humano, el arte, así llamado, debe ser un desfogue, un espacio de dialogo, donde sucedan experiencias, donde acontezcan posibilidades, como una salida a un espacio común. Este puede, en algunos casos situarse en el borde, en la periferia de las prácticas sociales que ya han sido normadas, intentando ser siempre critico y renuente; es un medio más que un final, una nueva forma de comunicación, una herramienta fuerte y sutil. Todo arte en si mismo es poético. En el ritmo de vida actual, y tras un aprendizaje crudo de una convivencia normada por estereotipos y constructos, los espacios se van territorializando