Secularismo y nueva evangelización
Somos parte de un cambio de época, tanto para la sociedad como para la Iglesia; somos parte de un mundo que adquiere cada vez más un rostro secular, debido al creciente proceso de Secularización iniciado en todas partes hace mucho tiempo atrás. Es meritorio realizar una reflexión sobre este tema, p...
Autor Principal: | Ponce Gamboa, Washington Fernando |
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Formato: | Thesis |
Idioma: | Spanish / Castilian |
Publicado: |
PUCE
2017
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Materias: | |
Acceso en línea: |
http://repositorio.puce.edu.ec/22000/13049 |
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Sumario: |
Somos parte de un cambio de época, tanto para la sociedad como para la Iglesia; somos parte de un mundo que adquiere cada vez más un rostro secular, debido al creciente proceso de Secularización iniciado en todas partes hace mucho tiempo atrás.
Es meritorio realizar una reflexión sobre este tema, porque está en juego el futuro de la fe cristiana; aunque no es impedimento para vivir la fe, y la fe de las personas puede permanecer viva y operante en un mundo que se ha hecho secular.
La Iglesia mira con buenos ojos una positiva Secularización, donde el mundo se explica sin que sea necesario recurrir a Dios; acoge la intención inicial de poder vivir en el mundo como si no existiese ningún Dios; Dios mismo nos conduce a esta conciencia: nos hace saber que debemos vivir como hombres que pueden arreglárselas sin Él.
Luego, el hombre de hoy parece vivir una verdadera experiencia de desierto, de oscuridad de Dios, de indiferencia ante el Creador, de vacío del alma, sin conciencia de la dignidad y rumbo del hombre; pero la Iglesia debe ponerse en camino como Cristo para rescatar a los hombres de esas situaciones y conducirlos a la Vida, a la amistad con el Hijo de Dios, hacia Aquel que nos da la felicidad, que nos da una vida en plenitud.
En este mundo posmoderno con sus complejidades, es necesario volver a proponer con fuerzas el Evangelio al hombre, el mismo contenido pero renovado en su ardor, en su método y en su expresión; lo que llamamos una Nueva Evangelización. Pues, la Iglesia como don de Dios al mundo, no puede ser indiferente, y se propone ayudar al hombre en el camino de la Salvación, que consiste en el anuncio de la Persona de Jesús de Nazaret ya que solo en Él puede el hombre ser hombre, puede tener dignidad y puede realizarse; el hombre necesita de Dios, su fundamento y su perfección; muy contrario a lo que pretende el Secularismo: una negación de Dios que es una negación del hombre. |
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