Diseño, construcción y control de un sistema para determinar el acabado superficial de los materiales

Dentro del mundo de la tecnología, se observan gran cantidad de piezas que han de ponerse en contacto con otras y rozarse a altas velocidades. En la construcción de un diseño o proyecto de un cuerpo o pieza que ha de servir para un conjunto mecánico, además de su forma y dimensiones se tomará en cu...

Descripción completa

Autor Principal: Orellana Calle, Bolívar
Otros Autores: Vázquez Zhindón, Víctor Andrés
Formato: bachelorThesis
Idioma: spa
Publicado: 2011
Materias:
Acceso en línea: http://dspace.ups.edu.ec/handle/123456789/1025
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Sumario: Dentro del mundo de la tecnología, se observan gran cantidad de piezas que han de ponerse en contacto con otras y rozarse a altas velocidades. En la construcción de un diseño o proyecto de un cuerpo o pieza que ha de servir para un conjunto mecánico, además de su forma y dimensiones se tomará en cuenta el acabado superficial o rugosidad. El acabado superficial y la textura de una superficie son de gran importancia e influencia para definir la capacidad de desgaste, lubricación, resistencia a la fatiga y aspecto externo de una pieza o material, por lo que el acabado superficial o rugosidad es un factor importante a tener en cuenta, tanto en aplicaciones industriales como en la vida cotidiana; el grado de la rugosidad es muy importante, en ocasiones es deseable tener una rugosidad o acabado superficial alto. El estado superficial de las piezas varía según la función que han de realizar o de su situación externa, que fines comerciales ha de tener; se considerarán las piezas en bruto, que son aquellas que se han de utilizar tal como se obtiene después de su proceso de fabricación (fundidas, forjadas, rebanadas, etc.), y las piezas mecánicas, en las que se consigue un determinado grado de calidad superficial mejorado, como consecuencia de un proceso de trabajo en máquinas mediante el arranque de viruta. El arranque de viruta da lugar a una superficie un tanto ondulada, con falta de paralelismo y más o menos rugosa. En algunos casos se busca que la superficie del producto terminado presente un mínimo de rugosidad, ya que esto le da brillo, mejor apariencia y disminuye la fricción de la superficie al estar en contacto con otra, reduciendo el fenómeno de desgaste y la corrosión o erosión de dichos metales. Una superficie, aunque se encuentre bien elaborada, no presenta nunca una superficie geométricamente perfecta; si se la examina con una rugosímetro el resultado obtenido seria que esa superficie está constituida por una sucesión de crestas y valles; naturalmente cuanto más pequeños seas estos, más perfecta será la superficie elaborada. En el acabado superficial de los cuerpos puede presentar errores de forma.