La banalidad de una guerra y sus víctimas silenciosas
Generalmente la guerra ha sido vista como la partera de todas las desgracias, catástrofes sociales, miseria y otros calificativos más. Y desde luego que es así, no obstante, el problema de la guerra es el problema del poder. La historia de la humanidad se ha develado bajo esos parámetros, la lucha...
Autor Principal: | Celi Garcés, Yolanda Susana |
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Formato: | Artículo |
Idioma: | spa |
Publicado: |
2018
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Materias: | |
Acceso en línea: |
http://dspace.ups.edu.ec/handle/123456789/15154 |
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Sumario: |
Generalmente la guerra ha sido vista como la partera de todas las desgracias, catástrofes sociales, miseria y
otros calificativos más. Y desde luego que es así, no obstante, el problema de la guerra es el problema del poder. La historia de la humanidad se ha develado bajo esos parámetros, la lucha por el poder, y la conquista de éste solo ha sido posible en la medida que un país, una sociedad, un pueblo o una clase en particular desplacen a la otra en la detención del poder y genere las condiciones objetivas y subjetivas para poder ejercitarlo. No hay un referente histórico que evidencie esta conquista por otra vía que no sea la de la violencia, la misma que nos pone de frente a dos interpretaciones que nos refieren los clásicos del arxismo: las guerras justas y las guerras injustas. No queda fuera de los vorágines de esta, la educación y sus centros educativos, que han sido afectados de igual forma, afectando, aún más, a los más débiles, dejando sin educación o simplemente haciéndolos parte de sus filas de armas, como un combatiente más de lo que desconoce. Los argumentos para convocar a los pueblos a asistir a esa tragedia son variados. En los últimos años se ha redoblado el esfuerzo por retomar con fuerza el discurso religioso como el banal argumento para desatar la guerra en pos de una nueva repartición del mundo, dejando de lado cualquier tipo de intervención, lo poco que se hace no afecta, pero tampoco ayuda.// Generally, the war has been seen as the midwife of every misfortune, social disasters, poverty, analfabet and other epithets more. And of course it is, however, the problem of war is the question of power. The Story of Mankind has been revealed under those parameters, the struggle for power, and the conquest of this has only been possible as a country, a society, a people or a particular class moves to the other in the stopping power and generate objective and subjective conditions to exercise it. There is no historical reference evidencing this conquest by other means other than violence, it puts us in front of two interpretations we refer the Marxist classics: just wars and unjust wars. It is not outside the voragines of this, education and its educational centers, which have been affected in the same way, affecting, even more, the weakest, leaving without education or simply
making them part of their arms ranks, as a combatant more than he does not know. It is not outside the voragines of this, education and its educational centers, which have been affected in the same way, affecting, even more, the weakest, leaving without education or simply making them part of their arms ranks, as a combatant more than he does not know. Arguments to convene people to attend this tragedy are varied. In recent years it has redoubled its efforts to retake strongly religious discourse as banal argument to wage war in pursuit of a new division of the world, leaving aside any type of intervention, the little that is done does not affect, but it does not help either. |
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