Homogeneidad y diversidad en el patrimonio urbano: casos de El Carmen, San Pedro de Lloc y Huancayo

El patrimonio  es la herencia  que una  persona  o grupo  de personas  recibe de sus antecesores. Los centros urbanos, al igual que los lugares, poseen un conjunto de atributos que se incrementan con el paso del tiempo y que, poco a poco, se convier­ ten en representativos de secuencias históricas d...

Descripción completa

Autor Principal: Córdova Aguilar, Hildegardo
Otros Autores: Bernex, Nicole, Goluchowska, Katarzyna
Formato: Artículo
Idioma: spa
Publicado: Pontificia Universidad Católica del Perú. Centro de Investigación en Geografía Aplicada 2018
Materias:
Acceso en línea: 1016-9148
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Sumario: El patrimonio  es la herencia  que una  persona  o grupo  de personas  recibe de sus antecesores. Los centros urbanos, al igual que los lugares, poseen un conjunto de atributos que se incrementan con el paso del tiempo y que, poco a poco, se convier­ ten en representativos de secuencias históricas de desarrollo, lo cual da lugar a patri­ monios.Las ciudades sufren mutaciones de valoración de sus espacios construidos. De hecho, cuando más grande es la ciudad, mayor es la pérdida de sus referencias espa­ ciales propias y la ausencia de raíces  de identidad ayuda a la desaparición de sus formas de vida comunitaria, al tiempo que predominan los comportamientos desor­ denados de todo tipo. Felizmente, el proceso de globalización no es lineal y no lleva a homogeneizaciones automáticas como puede pensarse. En dirección contraria, avan­ zan los procesos de revitalización de identidades étnicas, construcción de espacios geográficos con nuevas identidades en las distintas wnas de las ciudades y el resurgi­ miento de nacionalismos.En este estudio, se analizan los casos de El Carmen, un pequeño pueblo de 1.000 habitantes mayoritariamente negros ubicado al sudeste de la ciudad de Chincha; San Pedro de Lloc, una ciudad pequeña de unos 9.500 habitantes ubicada en el valle de Jequetepeque; y Huancayo, una ciudad mediana en la jerarquía urbana peruana, con unos 400.000 habitantes asentados en el valle interandino del Mantaro. Estos centros tienen historias diferentes desde sus orígenes, pero fueron integrándose culturalmente al sistema nacional con el paso del tiempo.Las diferencias  encontradas  tienen  explicaciones  culturales y étnicas, pero tam­bién los lugares juegan un papel muy importante porque dan sentido de ubicación y pertenencia de paisajes únicos, que se mantienen en la memoria de sus habitantes por tiempo indefinido. Las adaptaciones humanas al lugar se ponen de manifiesto en bailes, música, fiestas y en los arreglos de sus parques y avenidas con símbolos propios e inconfundibles que muestran a todo visitante foráneo una identidad que exige ser respetada.