El pensamiento político en el sistema oral
Existen razones de fondo para explicar y fundamentar el presente trabajo: la impostergable necesidad de dar celeridad a los trámites procesales mediante la oralidad en todos los procesos, la inmediación del juez como conducta rutinaria, la simplificación de formas en los actos procedimentales, la ut...
| Autor Principal: | Arguello Landaeta, Israel |
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| Formato: | Artículo |
| Idioma: | spa |
| Publicado: |
2012
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| Materias: | |
| Acceso en línea: |
http://revistas.pucp.edu.pe/index.php/derechoprocesal/article/view/2118/2050 |
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| Sumario: |
Existen razones de fondo para explicar y fundamentar el presente trabajo: la impostergable necesidad de dar celeridad a los trámites procesales mediante la oralidad en todos los procesos, la inmediación del juez como conducta rutinaria, la simplificación de formas en los actos procedimentales, la utilización de medios informáticos de la gestión judicial, la utilización de medios modernos de comunicación de los actos procesales, la reducción de la instancia recursiva, entre otras, que son propuestas válidas para verdaderamente alcanzar la reforma procesal en Latinoamérica, y en Venezuela en particular. Es imposible encontrar alguna duda sobre la necesidad sentida de encontrar alternativas válidas que puedan fluir de una manera constante para mejorar la forma de resolución de los conflictos intersubjetivos. Analizar estas alternativas desde un punto de vista ideológico político e histórico, puede representar un camino para que la humanidad se encuentre con el Estado Constitucional moderno. Bentham, J., Tratado de las Pruebas Judiciales, dice que todas las reglas o principios del procedimiento deben tender a garantir estos cuatro fines: “rectitud en la decisiones, celeridad, economía y supresión de trabas superfluas”. Todo pensamiento político está formado por principios y en nuestro caso los principios generales del derecho procesal han escrito Beatriz Quintero y Eugenio Prieto, en Teoría General del Proceso, “son los presupuestos políticos que determinan la existencia funcional de un ordenamiento procesal cualquiera”. La escritura ha llevado a que el proceso sea caracterizado por un juez espectador que conoce el problema recién cuando va a dictar la sentencia, testigos que declaran ante empleados que resumen sus dichos y en las transcripciones no se reflejan todo lo expuesto. Por ello, se necesita un proceso y una justicia cara al pueblo, oral, que resuelva de manera expedita los conflictos, buscando menos técnica para acercarnos a las necesidades vitales que la sociedad reclama. |
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