El impacto de las estrategias de control de cultivos en la dinámica de la defensa política de la hoja de coca en el Perú
El Perú considera que el cultivo de hoja de coca destinada a la producción ilícita de derivados cocaínicos es un problema público. Por ello, la Estrategia Nacional de Lucha contra las Drogas 2007 – 2011 integró tres mecanismos de control de cultivos: Un sistema de licencias para el comercio lícito d...
Autor Principal: | Zevallos Trigoso, Nicolás Antonio |
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Formato: | info:eu-repo/semantics/masterThesis |
Idioma: | Español |
Publicado: |
Pontificia Universidad Católica del Perú
2013
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Materias: | |
Acceso en línea: |
http://tesis.pucp.edu.pe/repositorio/handle/123456789/4901 |
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Sumario: |
El Perú considera que el cultivo de hoja de coca destinada a la producción ilícita de derivados cocaínicos es un problema público. Por ello, la Estrategia Nacional de Lucha contra las Drogas 2007 – 2011 integró tres mecanismos de control de cultivos: Un sistema de licencias para el comercio lícito de hoja de coca, la erradicación de cultivos ilícitos y el Desarrollo Alternativo de las zonas afectadas por esta actividad. Si bien cada mecanismo logró sus resultados operativos, en estos cinco años el cultivo se expandió de 56 mil a 62 mil hectáreas.
Como reacción a esta vocación estatal por controlar los cultivos emerge un Movimiento Cocalero que entiende a la hoja de coca como medio de subsistencia. Para resistir al accionar estatal este movimiento estableció relaciones con tres intermediarios en diferentes arenas políticas: Organizaciones gremiales como grupo de presión, Partidos Políticos para acceder a la toma de decisiones y Grupos Insurgentes a fin de resistir el accionar de las Fuerzas del Orden. En el lapso mencionado, su accionar no ha generado los resultados esperados, perdiendo legitimidad ante el movimiento.
La poca eficacia tanto estatal como de los intermediarios ha afectado la visibilidad del Movimiento Cocalero. Por un lado, el control de cultivos no representa un riesgo que requiera una defensa política sostenida. Por otro, en los episodios donde se requiere defensa, los intermediarios se han mostrado débiles. Como consecuencia, esta dinámica ha llevado a que el Movimiento Cocalero pase a un estado de latencia, a la espera de un accionar estatal que amerite una defensa política más activa, así como de intermediarios con mayores capacidades para lograr sus objetivos. |
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