La iglesia y el canto popular religioso en quechua

La comunidad quechua-hablante de nuestro país ha resguardado en su vivencia cristiana cantos religiosos en quechua los cuales son entonados en peregrinaciones, procesiones, rezos comunitarios, etc. Se observa que cuando algunos cantan o escuchan estas canciones sienten una fuerza espiritual que l...

Descripción completa

Autor Principal: Requena Boza, Julio
Formato: info:eu-repo/semantics/bachelorThesis
Idioma: spa
Publicado: Universidad Católica de Trujillo Benedicto XVI 2018
Materias:
Acceso en línea: http://repositorio.uct.edu.pe/handle/123456789/438
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Sumario: La comunidad quechua-hablante de nuestro país ha resguardado en su vivencia cristiana cantos religiosos en quechua los cuales son entonados en peregrinaciones, procesiones, rezos comunitarios, etc. Se observa que cuando algunos cantan o escuchan estas canciones sienten una fuerza espiritual que les mueve a manifestar, por medio de penitencias e incluso lágrimas, el dolor de haber fallado a Dios y la necesidad de acercarse nuevamente a su amor. Existen cantos religiosos populares en quechua que se han perdido por diversos motivos; entre ellas podemos mencionar; la ausencia de una clara manifestación de la conservación de estos cantos por parte de la iglesia peruana, ya sea porque desconoce el valor teológico y doctrinal que contienen o porque el trabajo de recopilación es sin duda un trabajo arduo y que necesita mucho tiempo. Los cantos que se han conservado, gracias a la religiosidad popular, pueden correr el mismo destino si es que no se les inserta oficialmente en la vida litúrgica de nuestra Iglesia, pero aquí surgen algunas interrogantes: ¿Estos cantos contienen rasgos teológicos y doctrinales cristianos? ¿Qué tipo de fuerza espiritual contienen? ¿En estos cantos se manifiesta una auténtica doctrina cristiana? ¿Pueden ser insertados para su uso en la liturgia? Así, el presente estudio pretende describir el valor teológico del canto religioso popular en quechua y su posible inserción en la liturgia y su uso en la evangelización de las comunidades de habla quechua. Para ello, se mueve en dos campos que a simple vista parecen ser distintos e incompatibles: la música sagrada litúrgica y el canto popular religioso en quechua. Por un lado, la música sagrada en la Iglesia tiene sus normas y prescripciones que hacen posible que ella no pierda su sentido y su finalidad dentro de la liturgia cristiana; y por otro, el canto popular religioso en quechua se ha mantenido en la religiosidad popular de nuestras comunidades quechua-hablantes y parecen estar ausentes de la vida litúrgicasacramental de la Iglesia. En primer lugar, apreciemos que la Iglesia, desde sus orígenes, ha tenido y tiene una relación estrecha con la música y el canto, especialmente dentro de las celebraciones litúrgicas. El papel que juega dentro de la liturgia ha sido manifestado claramente por el Concilio Vaticano II en la Sacrosanctum Concilium: “El canto sagrado, unido a las palabras,constituye una parte necesaria e integral de la liturgia”. De ahí que la liturgia se entienda como un diálogo entre Dios y los hombres. Dios nos habla a través de su liturgia y el hombre responde activamente en ella a través de los cantos. Al hacer un recorrido en los textos del Nuevo Testamento encontramos escritos himnos y cánticos que los primeros cristianos probablemente entonaban en sus reuniones comunitarias. Los Padres de la Iglesia, así mismo, dan testimonio de la utilidad de los cantos dentro de la liturgia, algunos componen canciones que utilizan para la catequesis y la predicación. Es con la reforma gregoriana en el siglo VI que la Iglesia adopta un estilo musical propio: el canto gregoriano. Logrando con ello unificar la liturgia y por ende el canto litúrgico. El Concilio de Trento, frente a las cuestiones que le apremian, dispone un uso adecuado de los cantos y la música sagrada dentro de la Iglesia. Es a partir de Pío X que se va definiendo claramente qué se debe entender por música sagrada. Pío XII es el primer Papa que habla sobre la música religiosa popular y alienta su uso pero fuera de la liturgia. El Concilio Vaticano II retomando los aportes anteriores pone mayor énfasis en la participación activa y consciente de la comunidad que participa en los actos litúrgicos, por ello dio cabida a la lengua vulgar en el uso litúrgico. En segundo lugar, la piedad popular es una de las riquezas que tiene nuestro pueblo. Notamos esto con facilidad al participar de una fiesta patronal, una peregrinación, o una procesión. Los gestos y expresiones de ella son variados pero contienen un alto sentido de fe y compromiso comunitario al momento de ser realizados. Uno de los ámbitos de la piedad popular, y tal vez la más notoria, es su expresión oral: el canto. El canto popular, y sobre todo el religioso, es uno de los pilares que ha logrado mantener la fe del pueblo a pesar de muchos vacíos evangelizadores. En todas las culturas encontramos estos cantos, entonados con ritmos y melodías propias de cada región. Para responder a las interrogantes expuestas arriba se presentan los tres capítulos de este estudio. El primer capítulo nos inserta en la relación de la música con la liturgia de la Iglesia desde su nacimiento con Jesucristo, se sirve para ello de los testimonios de la Sagrada Escritura, de los Santos Padres y del Magisterio. En el segundo capítulo se hace un recorrido histórico de los cantos religiosos en quechua a partir de la llegada de los españoles a América. Y finalmente en el tercer capítulo, se analizan teológicamente algunos cantos religiosos en quechua y se distinguen para qué momentos de la liturgia pueden ser utilizados.