Evaluación optométrica “dinámica” en niños de educación especial y materiales para su valoración clínica

Objetivo: valorar optométricamente, de forma “dinámica”, a niños de educación especial. Se llama dinámica a la valoración que implica que el optometrista adapte las pruebas al niño y no que el niño se adapte a las pruebas. Materiales y métodos: se realizó una entrevista no estandarizada, similar a l...

Descripción completa

Autor Principal: Valera Mota, Myrna Miriam
Otros Autores: Ponce Gómez, Sandra Iveth, Tapia Pancardo, Diana Cecilia
Formato: info:eu-repo/semantics/article
Idioma: spa
Publicado: Universidad de La Salle. Revistas. Ciencia y Tecnología para la Salud Visual y Ocular. 2013
Materias:
Acceso en línea: http://revistas.lasalle.edu.co/index.php/sv/article/view/2319
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Sumario: Objetivo: valorar optométricamente, de forma “dinámica”, a niños de educación especial. Se llama dinámica a la valoración que implica que el optometrista adapte las pruebas al niño y no que el niño se adapte a las pruebas. Materiales y métodos: se realizó una entrevista no estandarizada, similar a la historia clínica, que recomienda las pruebas para valorar a un paciente de educación especial, incluyendo pares craneales. Se elaboraron pruebas de agudeza visual y colorimetría lúdicas (test de visión al color) y se valoraron cuatro pacientes varones, de 1,9 a siete años de edad, que asisten a consulta psicológica en la Clínica Universitaria de Salud Integral de la Facultad de Estudios Superiores Iztacala, UNAM (estos pacientes nunca se habían valorado optométricamente). Resultados: se observó mayor cooperación de los niños (pacientes con problemas de lenguaje, de trastorno por déficit de atención, hiperactividad y síndrome de Down) y un diagnóstico integral optométrico al aplicar las pruebas de manera dinámica por parte del optometrista. Conclusiones: la evaluación optométrica dinámica afecta positivamente la cooperación de los pacientes de educación especial, aunado ello a un buen diagnóstico refractivo, patológico y neurológico. Se insiste en la necesidad de concientizar al optometrista de que todos los pacientes son diferentes y, por lo tanto, su atención también lo será. Estos profesionales deben tener las competencias clínicas y metodológicas necesarias para una buena atención.