Características de prácticas pedagógicas de alfabetización en jóvenes y adultos

En estas prácticas pedagógicas analizadas se ve la importancia de la alfabetización en los diferentes contextos, por esto al alfabetizar a los jóvenes, adultos que forman parte de esta sociedad, se logra buscar una mejor calidad de vida tanto para sus hijos como para la comunidad en la que habitan,...

Descripción completa

Autor Principal: Marroquín Marroquín, Maryury
Formato: bachelorThesis
Publicado: Pontificia Universidad Javeriana 2015
Materias:
Acceso en línea: http://hdl.handle.net/10554/12283
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Sumario: En estas prácticas pedagógicas analizadas se ve la importancia de la alfabetización en los diferentes contextos, por esto al alfabetizar a los jóvenes, adultos que forman parte de esta sociedad, se logra buscar una mejor calidad de vida tanto para sus hijos como para la comunidad en la que habitan, pues reconocen la importancia que tiene su cultura en las diferentes sociedades, procurando mejorar su apropiación de la lengua escrita en el ámbito que los rodea, reconociendo la importancia de practicar la lectura y la escritura desde sus diferentes contextos, haciendo uso de ellos localmente. Es de gran importancia la alfabetización de personas jóvenes y adultas pues nos invita a reflexionar sobre el papel que juega el lenguaje en las sociedades y revisar la importancia de esta en la alfabetización ya sea dentro o fuera de la escolarización mejorando el proceso de aprendizaje de las practicas lectoras, reconociendo así la que la escritura y la lectura es fundamental para estos estas personas, ya que con esto estarán interactuando en las diferentes practicas socio culturales. Ya que al alfabetizar nos podemos dar cuenta la importancia que posee la cultura escrita en este ambiente sociocultural ya que aporta elementos nuevos de reflexión y una forma para que se investigue otras rutas metodológicas para mejorar el aprendizaje de la lectoescritura. Por esto es necesario que las escuelas consideren la enseñanza de la lectura y escritura a partir de prácticas cotidianas familiares de cultura escrita para luego promover otras que amplíen y complementen a las primeras, propiciar estas prácticas implica reconocer a las familias como portadoras de saberes.