El culturema y la traducción intersemiótica: de la lengua Quichua a la pintura abstracta

El arte contemporáneo ha tomado forma y lugar en el relato de cuentos particulares; subjetividades; historias o experiencias aisladas y distintos puntos de vista, cuyos objetivos no son ser originales ni únicos, pero sí diferentes. Esta búsqueda del arte surge en el diálogo que establece con otros c...

Descripción completa

Autor Principal: Fernández Uquillas, Daniel Alejandro
Formato: bachelorThesis
Idioma: spa
Publicado: PUCE 2016
Materias:
Acceso en línea: http://repositorio.puce.edu.ec/handle/22000/9772
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Sumario: El arte contemporáneo ha tomado forma y lugar en el relato de cuentos particulares; subjetividades; historias o experiencias aisladas y distintos puntos de vista, cuyos objetivos no son ser originales ni únicos, pero sí diferentes. Esta búsqueda del arte surge en el diálogo que establece con otros campos, ya sean científicos, técnicos o sociales. En el caso de esta investigación, la pintura toma forma en la reinterpretación de un lenguaje en particular: el quichua. El destino de esta disertación es evidenciar a la pintura como un ejercicio de traducción y re-significación en el que usando elementos pictóricos se pueda lograr una propuesta de traducción de palabras del quichua que no tengan equivalente en el castellano. Este será el resultado de una cadena de conceptos y nociones que conforman el trabajo, en el que el primer campo es el de la semiótica. El juego de simbología en el arte es permanente y es la base dentro del mismo. Esta investigación se desenvuelve en el campo de la semiótica del lenguaje en diálogo con el ejercicio artístico de reinterpretar y resignificar una idea o una noción mediante la pintura. Chandler (2007:13) supera la definición biológica del ser humano y lo califica como homo significans. Una especie que no solo piensa, se deriva y hace signos, sino que también invierte cierto tipo de significado a los mismos. Esta constante producción simbólica se llena y/o carece de significado dependiendo de cómo lo interpretemos. En este punto nace el lenguaje. El lenguaje emerge por la falta de objetos, por su ausencia, por la necesidad de poder recordarlos y rememorarlos. Este sistema de comunicación solo tiene importancia el momento en el que recreamos su significado. A su vez, al traducir el significado que invertimos en los signos, de una cultura a otra, de un lenguaje a otro e inclusive de un sistema lingüístico a uno no lingüístico, se altera el significado de origen. Sin embargo, el proceso de traducción dentro del arte se enriquece mediante las infinitas entradas y aproximaciones al resultado de lo que se ha traducido. Es factible que esto conlleve a interpretar lo traducido con otra connotación completamente diferente, y son precisamente esas variantes y su constante reinvención en donde se encuentra la riqueza de la traducción intersemiótica2.