Harakhat al Mukwama al Islamiya : la primera intifada y la formación del movimiento de resistencia islámico Hamas

En los primeros días de diciembre del 2001, varias manifestaciones espontáneas se producían en la ciudad de Gaza contra las fuerzas armadas. Sin lugar a dudas, se trataba de una imagen repetida de la Intifada, si no fuera porque los receptores de los proyectiles habían cambiado. En este caso los...

Descripción completa

Autor Principal: Osowicky Cymbler, Daniel
Idioma: esp
Publicado: Pontificia Universidad Católica del Ecuador 2016
Materias:
Acceso en línea: CDT/956.94/Os5h
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Sumario: En los primeros días de diciembre del 2001, varias manifestaciones espontáneas se producían en la ciudad de Gaza contra las fuerzas armadas. Sin lugar a dudas, se trataba de una imagen repetida de la Intifada, si no fuera porque los receptores de los proyectiles habían cambiado. En este caso los jóvenes que lanzaban piedras no lo hacían contra elementos de la IDF (fuerzas armadas israelíes) sino contra las fuerzas de seguridad palestinas. Algo había cambiado desde aquel 9 de diciembre de 1987, inicio de la Primera Intifada. La primera Intifada fue una sorpresa tanto para los dirigentes políticos y militares israelíes como para los dirigentes palestinos en el exilio. Pronto, quedo en claro, de que no se trataba de una simple y pasajera demostración de descontento popular. Comenzó de forma espontánea pero pronto las organizaciones palestinas capitalizaron la insurrección. De la espontaneidad se pasó a una coordinación del movimiento: en enero de 1988 se constituía la Dirección Unida del Levantamiento. Arafat, desde el exilio, a través de sus hombres de la OLP en los Territorios Ocupados (Franja de Gaza y Cisjordania), supo hacerse de la dirección del movimiento popular. Hamas, la Jihad Islámica y el Frente Popular de Liberación Palestina, entre otros se unieron a la dirección y pretendieron controlar la insurrección. La OLP ganó en la pugna. Hasta los años ochenta los palestinos de los territorios ocupados habían confiado en los países árabes y en la OLP. Con la Intifada el pueblo palestino empezaba a tener una agenda propia. Varios factores contribuyeron a ese cambio: el desencanto ante el ineficaz apoyo de los países árabes, al no poder revertir dicha situación por medio del emprendimiento de acciones bélicas contra el Estado de Israel y la relegación de la cuestión palestina a un segundo plano una vez surgido el conflicto irano – iraqui de los ochenta; el fortalecimiento de la conciencia nacionalista, hija de la pobreza y de la humillación sufrida en los campos de refugiados