Experiencias personales erráticas: para una fenomenología de las emociones humanas y sus compromisos éticos con la vida buena

El tema del trabajo son las emociones humanas. Su propósito es presentar una concepción distinta a la que definen las emociones humanas como estados fisiológicos o cognitivos. La tesis que defiendo es que las emociones humanas no son estados, sino experiencias personales erráticas. Con esta tesis su...

Descripción completa

Autor Principal: Villamil Pineda, Miguel Ángel
Formato: doctoralThesis
Publicado: Pontificia Universidad Javeriana 2016
Materias:
Acceso en línea: http://hdl.handle.net/10554/18860
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Sumario: El tema del trabajo son las emociones humanas. Su propósito es presentar una concepción distinta a la que definen las emociones humanas como estados fisiológicos o cognitivos. La tesis que defiendo es que las emociones humanas no son estados, sino experiencias personales erráticas. Con esta tesis subrayo tres aspectos esenciales de las emociones humanas: su carácter modal, su carácter dinámico y su compromiso con los proyectos personales. Los tres capítulos que componen este trabajo abordan las siguientes tareas: en primer lugar, desde una perspectiva fenomenològica, describo las emociones como experiencias personales erráticas. Destaco el ingenio emocional errático como la puesta en obra de una sabiduría práctica y valorativa que sintoniza con el acontecer del mundo y con el llegar a ser de personalidades de vida buena. En segundo lugar, a partir de los hallazgos fenomenológicos realizados, discuto y argumento las insuficiencias de las concepciones causales y racionales. Para el desarrollo de esta discusión tomo como hilo conductor el contraste entre la definición de las emociones como estados y su comprensión como modos de ser dinámicos personales. En tercer lugar, explícito los compromisos éticos que se derivan tanto de las concepciones causales y racionales, como de la concepción personal errática. Señalo, por un lado, que las explicaciones de las concepciones estáticas fungen como fuente de excusas y justificaciones impersonales. Por otro lado, señalo que el carácter errático de las emociones humanas abre un nuevo campo de juego en el que pueden realizarse personalidades dignas, responsables, sinceras y salvíficas.